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- Lindoso – quanto vale uma terra?
- A EDP negociava em 1991
- Lindoso – as indemnizações
- Lindoso – Lista de silêncios
- Lindoso – aumenta a tensão
- Lindoso – notícias em 1991
- Lindoso- a espera desespera
- Lindoso – O calendário previsto
- Lindoso – as mobilizações
- Curvas de nível
- Lindoso – as cargas policiais
- Lindoso – o início do fim
- Lindoso – outras formas de luta
- Lindoso – A Terra e a Gente
- Lindoso – Cuando cantan las sirenas
- Lindoso – finalmente começavam os acordos
- Lindoso – A Igreja como arma
- Lindoso – o início dos pagamentos
- Lindoso – o primeiro susto
- Lindoso – notícias na TV
- Lindoso – a noite mais longa
- Lindoso – A primeira inundação
- Lindoso – 19 Janeiro 1992
- Lindoso – e a água ia subindo…
- Lindoso – 17 Fevereiro de 1992
- Lindoso – Aceredo em 26 Fevereiro 1992
Cuando cantan las sirenas en la Baixa Limia
Todo parecía indicar que había llegado la solución dialogada. Pero como en otras ocasiones, resultó ser un canto de sirenas. Tras la jornada del jueves en Entrimo y la propuesta de 20 millones de depósito previo, las siguientes negociaciones tenían visos de continuar entorno a una mesa. Pero no fue así. Los vecinos, cansados de años de negociaciones que no llegaban a ningún sitio, de palabras que llevaba el viento y de promesas sin cumplir, optaran – otra vez – por las presiones de fuerza.
En esta ocasión, y tras la amarga experiencia del miércoles, se intentó evitar un choque con los antidisturbios. Pese a esta postura, la presencia de los efectivos de la Guarda Civil no era de todo rechazada por algunos sectores, que veían en ello una nueva oportunidad de saltar a la actualidad.
Un deseo comprensible si se tiene en cuenta que siempre que se hable de Lindoso, y las protestas vecinales, habrá mayores posibilidades de “arrancar” unas indemnizaciones más justas. Pero por otro lado, una postura que podría haber tenido como consecuencia – cuando las cosas están que arden cualquiera chispa es suficiente – que se volviesen a repetir las escenas del miércoles. Al final no paso nada. El órdago a la grande no fue el recogido y los antidisturbios miraron de lejos, mientras los vecinos observaban de cerca.
Ahora están encerrados. La noticia es huelga de hambre hasta conseguir una negociación justa y la paralización del proceso de expropiación. Es como la ultima tentativa para conseguir sus objetivos y para que las aguas de Lindoso no callen la voz de unos vecinos que ya exclaman, indignados, que “España nos vendió a Portugal hace tiempo”. Y mientras siguen las reuniones a contra reloj, cuando estas tendían que haberse celebrado hace tiempo. Toda una guerra de nervios que ha puesto al rojo vivo una comarca que nunca estuvo favorecida por las administraciones. Quizás porque quede demasiado lejos para los coches oficiales.
La Region, edição de 22 Outubro 1991